TORRE DE BELEM
LISBOA
Laia Diego
La Torre de Belem se eleva majestuosa
Sobre las aguas del río Tajo,
un monumento a la grandeza de Portugal
que ha soportado el paso del tiempo.
Con sus altas paredes de piedra
y sus elegantes torres cilíndricas,
la torre parece un castillo de cuento de hadas,
como si hubiera sido sacada
de las páginas de un libro de historia.
La decoración manuelina en su fachada
está llena de intrincados detalles,
con figuras talladas de animales y plantas
que parecen cobrar vida ante nuestros ojos.
La torre se alza orgullosa,
como un faro de esperanza para los navegantes
que alguna vez surcaron las aguas de este río
y encontraron refugio y protección en su sombra.
Y aunque los siglos han pasado,
la Torre de Belem sigue en pie,
un testamento a la habilidad y la visión de aquellos
que construyeron esta alegría
de la arquitectura portuguesa.
La Torre de Belem es un monumento icónico y uno de los lugares más visitados de Lisboa, Portugal. Esta impresionante torre fue construida en el siglo XVI como una fortificación defensiva para proteger la entrada del puerto de la ciudad. Su arquitectura única combina los estilos manuelino y gótico tardío, y cuenta con varios detalles ornamentales que reflejan la rica historia y cultura portuguesa. La Torre de Belem ha sido testigo de muchos acontecimientos históricos y ha servido como faro y prisión a lo largo de los siglos. Hoy en día, es un lugar de interés turístico de primer nivel y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se encuentra en el trayecto del tranvía Tram 15E , que lo puedes coger cerca de la Plaza del Comercio o de la Pink Street, y pasa por el MAAT, el CCB y por el Monasterio de los Jerónimos, antes de llegar a la parada de la Torre de Belem. Recuerda que con la tarjeta » LISBOA CARD « tienes viajes ilimitados en metro, tranvía y autobús GRATIS. Hay muchas actividades que puedes hacer por la zona, como un tour guiado o pasear en barco para ver las impresionantes vistas de la torre desde el río.
La construcción de la Torre de Belem comenzó en 1515 y se terminó en 1520, durante el reinado de Manuel I de Portugal. La torre fue construida en una pequeña isla en el río Tajo, frente a la costa de Belem, para proteger la entrada del puerto de la ciudad de Lisboa y para servir como un punto de partida para las expediciones marítimas portuguesas.
La torre fue diseñada por Francisco de Arruda, un arquitecto portugués que se inspiró en el estilo manuelino, un estilo arquitectónico que se desarrolló durante el reinado de Manuel I y que combina elementos góticos, renacentistas y marítimos.
Durante la Edad de Oro de Portugal, la Torre de Belem se convirtió en un símbolo del poder y la riqueza de Portugal. Fue utilizado como punto de partida para muchas expediciones marítimas, incluyendo la famosa expedición de Vasco da Gama a la India en 1498.
En el siglo XVIII, la Torre de Belem fue utilizada como prisión para criminales políticos. Más tarde, en el siglo XIX, se convirtió en faro y se agregaron ametralladoras para defender la costa de los ataques navales.
En 1983, la Torre de Belem fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Hoy en día, es una atracción turística popular en Lisboa y atrae a millones de visitantes cada año que se maravillan con su arquitectura única y su rica historia.
La Torre de Belem es un ejemplo impresionante de la arquitectura manuelina, un estilo arquitectónico único y característico de Portugal que se desarrolló durante el reinado de Manuel I (1495-1521). La torre fue diseñada por Francisco de Arruda, un arquitecto portugués que también trabajó en otros importantes proyectos arquitectónicos en Portugal. La Torre de Belem es una mezcla de estilos arquitectónicos manuelino y gótico tardío. La torre está construida en piedra caliza de Lisboa, piedra de Lioz, un tipo de piedra caliza que se encuentra en la región de Lisboa, y está decorado con intrincados detalles ornamentales. y presenta varios motivos decorativos, como los escudos de armas de Portugal, la Cruz de la Orden de Cristo y la esfera armilar, un símbolo de la navegación portuguesa.
El estilo arquitectónico manuelino es un estilo decorativo que se desarrolló en Portugal durante el reinado de Manuel I (1495-1521). El estilo es una mezcla de elementos góticos, renacentistas y marítimos, y se caracteriza por su exuberancia y complejidad.
En Lisboa, el estilo manuelino se puede apreciar en varios edificios y monumentos notables, como la Torre de Belem, el Monasterio de los Jerónimos y la Casa dos Bicos.
Uno de los principales elementos del estilo manuelino es la utilización de motivos decorativos que reflejan la cultura y la historia de Portugal. Estos motivos incluyen motivos marítimos como las carabelas, las cuerdas y los nudos, así como motivos religiosos como los escudos y los símbolos de la Orden de Cristo.
Otro elemento destacado del estilo manuelino es la utilización de detalles ornamentales en la arquitectura, como los arcos conopiales, las columnas torcidas, los florones y los pináculos. Estos detalles decorativos se utilizan para crear una sensación de movimiento y fluidez en la arquitectura, y para agregar un sentido de dinamismo y vida a los edificios.
El estilo manuelino también se caracteriza por el uso de materiales ricos y costosos, como la piedra y el mármol, que se utiliza para crear fachadas imponentes y detalles decorativos detallados.
En la parte superior de la torre de Belem, se encuentra una plataforma de observación y un pequeño cuarto para el farero. La torre de Belem cuenta con una mezcla de elementos defensivos y decorativos, como las garitas y las ametralladoras, así como los detalles ornamentales, como los paneles de azulejos azules y blancos que decoran la fachada.
La torre de Belem es una estructura de cinco pisos que está construida en piedra caliza y cuenta con una combinación de elementos góticos, renacentistas y manuelinos. La torre tiene una planta cuadrada y mide 30 metros de altura. La planta de la torre de Belem tiene forma cuadrada, con una base ligeramente más ancha que la parte superior. Cada uno de los cuatro pisos tiene una altura diferente, y están separados por una cornisa decorativa.
En la fachada principal de la torre de Belem, hay una puerta de entrada decorada con intrincados detalles escultóricos, incluyendo escudos y motivos marítimos como carabelas y cuerdas. Encima de la puerta, hay un balcón decorado con una serie de arcos ojivales, que están sostenidos por columnas decoradas con motivos vegetales y animales.
La planta baja se utilizaba como almacén y también tenía una entrada para barcos. En la planta baja, la Torre de Belem cuenta con una puerta de entrada, que está decorada con un arco de estilo gótico. La puerta está flanqueada por dos grandes torres cuadradas que se elevan hasta el segundo piso de la torre. Estas torres cuentan con ventanas gemidas y están coronadas por almenas en forma de pirámide.
El primer piso de la Torre de Belem fue utilizado como capilla y cuenta con una bóveda de cañón.
El segundo piso es una sala de audiencias con una decoración lujosa que incluye ventanas en arco y escudos de armas. En el segundo piso de la Torre de Belem, hay una gran sala con una bóveda de cañón y una serie de ventanas que ofrecen vistas panorámicas del río Tajo.
El tercer piso de la Torre de Belem cuenta con una logia abierta que se extiende alrededor de la torre, ofreciendo vistas aún más espectaculares del río y la ciudad.
El cuarto piso de la Torre de Belem cuenta con una capilla dedicada a San Vicente, el santo patrón de Lisboa. La capilla está decorada con una serie de elementos manuales, como columnas esculpidas y motivos decorativos de cuerdas y nudos.
El quinto piso de la Torre de Belem cuenta con una terraza abierta, que está rodeado por una serie de pequeñas torres en forma de balaustrada. La terraza está coronada por una cúpula en forma de bulbo, que es uno de los elementos más distintivos del estilo manuelino.
La expedición liderada por Vasco da Gama en 1498 fue un hito en la historia de Portugal y un evento que tuvo una gran influencia en el mundo occidental. Durante la expedición, Da Gama y su tripulación navegaron desde Portugal a través del Océano Atlántico y el Cabo de Buena Esperanza hasta la costa de la India, presentar una ruta comercial marítima entre Europa y Asia.
La Torre de Belem, que se encontró en la desembocadura del río Tajo en ese momento, fue un lugar clave en la expedición de Vasco da Gama. Se cree que la torre fue utilizada como un punto de partida para la expedición, ya que los barcos de Da Gama estaban anclados cerca de la torre antes de partir hacia el Océano Atlántico.
Además de su papel en la expedición de Da Gama, la Torre de Belem también fue una fortaleza importante para la defensa de la ciudad de Lisboa y un símbolo del poder y la riqueza de Portugal durante la época de los descubrimientos.
En el momento de la expedición de Da Gama, la Torre de Belem aún no estaba completa. La construcción de la torre comenzó en 1514, después de la expedición, y se completó en 1520. Fue construida por orden del rey Manuel I de Portugal, quien quería fortalecer las defensas de Lisboa y proteger el acceso al río Tajo.
La Torre de Belem es una estructura llena de historia, curiosidades y leyendas :
La Torre de Belem se dice que está encantada por la presencia del fantasma del arquitecto Francisco de Arruda, quien supervisó su construcción. Se dice que el fantasma todavía ronda la Torre de Belem, y algunos visitantes dicen haber visto su figura en la sala de la capilla de la Torre de Belem.
Se cree que la Torre de Belem esconde un tesoro escondido, que fue enterrado allí durante la época de los descubrimientos. Según la leyenda, el tesoro fue enterrado en la Torre de Belem por el propio rey Manuel I y nunca se ha encontrado.
La Torre de Belem fue utilizada como faro durante muchos años, y se dice que los marineros que llegan a Lisboa usaban la luz de la Torre de Belem como guía para navegar en la oscuridad. La leyenda dice que los marineros que vieron la luz de la torre buena se sintieron seguros y protegidos, y que algunos incluso vieron la torre como un amuleto de suerte.
La Torre de Belem ha sufrido varios daños y restauraciones a lo largo de los años. En 1755, un terremoto devastador sacudió Lisboa y causó daños importantes a la Torre de Belem. También se sabe que la Torre de Belem fue utilizada como prisión durante un período de tiempo, lo que causó más daños en la estructura.
La Torre de Belem ha sido representada en varias obras de arte y literatura a lo largo de los años. El poeta portugués Fernando Pessoa la menciona en uno de sus poemas más famosos, «Mensaje». También se ha representado en varios cuadros, grabados y fotografías a lo largo de los años, y es uno de los símbolos más reconocidos de Portugal en todo el mundo.
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Francisco de Arruda
Francisco de Arruda (1475-1550) fue un destacado arquitecto y constructor portugués del siglo XVI. Es conocido por haber diseñado y supervisado la construcción de varios edificios notables en Portugal, incluida la Torre de Belem en Lisboa.
Se sabe que Arruda trabajó en la corte de Manuel I de Portugal y se cree que recibió entrenamiento en Italia, donde pudo haber estudiado la obra de arquitectos italianos como Bramante y Leonardo da Vinci. A su regreso a Portugal, comenzó a trabajar en la Torre de Belem, que es considerada su obra maestra y un ejemplo destacado del estilo manuelino.
Además de la Torre de Belem, Arruda también fue responsable de otros proyectos notables en Portugal, incluyendo la remodelación del Monasterio de los Jerónimos en Lisboa y la construcción del Palacio de Sintra en la región de Sintra. Su trabajo se caracteriza por un estilo que combina elementos renacentistas y góticos, con un enfoque en detalles decorativos que reflejan la cultura y la historia portuguesas.
Francisco de Arruda es reconocido como uno de los arquitectos más importantes de la historia de Portugal y su trabajo ha influido en la arquitectura portuguesa hasta el día de hoy.
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