
UNCERTAINTY / INCERTIDUMBRE
ME GUSTARIA CREER QUE LA LUNA SIGUE AHÍ CUANDO NO LA ESTE MIRANDO»
Esta frase a modo de protesta la escribió Albert Einstein en respuesta al enunciado denominado «Principio de Incertidumbre» de Werner Heisenberg (el científico que da nombre al protagonista de Breaking Bad ) en 1925 en la que estableció el marco teórico científico de los hallazgos cuánticos a partir del sentido crucial que se desprende de la frase: El observador influye en la realidad que esta observando.
Pese a las críticas de Albert Einstein y su devoción por la certeza, El principio de Incertidumbre de Heisenberg ha resultado cierto. Cosas que tiene la ironía. Debido a la pandemia, hemos aprendido a vivir en la indeterminación, a basarnos en probabilidades y teorías que no superen un cierto nivel de error. Ahora los planes a largo plazo hacen referencia a dos semanas en adelante, y este cambio en la variable tiempo repercute en todos los ámbitos de nuestra vida. Hemos descubierto que la única certeza que tenemos es la incertidumbre.
¿Cómo viviremos juntos?
Hashim Sarkin, decano del departamento de arquitectura del MIT y comisario encargado de la 17a edición de la Bienal de Venecia, propuso este tema para esta edición.
El pabellón español está formado por los arquitectos Sofía Piñero, Domingo J. González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera. Bajo el lema Uncertaintly – Incertidumbre, presentan una selección de proyectos de otros profesionales, que usan la incertidumbre como una oportunidad para adaptar la arquitectura a los cambios constantes que sufrimos.

UNCERTAINTY / INCERTIDUMBRE
cómo la incertidumbre nos obliga a disolver nuestros límites preestablecidos
Entendemos la certeza como el conocimiento seguro e irrefutable de algo. Define realidades acabadas, con una frontera clara, reconocible y delimitada.
La incertidumbre, aparece entonces como la oportunidad para generar los procesos de reflexión necesarios que den respuesta a toda realidad de naturaleza cambiante o desconocida, cuyos límites no puedan ser definidos o que carezcan de los mismos. Por tanto, influye también en la naturaleza de nuestras certezas, eliminando su estaticidad y forzando la evolución de las mismas.
Ahora la sociedad postpandémica reclama a gritos la apertura de los espacios de reflexión y nuevas soluciones para certezas que han demostrado poseer una dimensión marcadamente temporal, obligándonos a reconocer su crecimiento heterogéneo y la necesidad de nuevas estrategias lo suficientemente flexibles como para adaptarse a la existencia de un futuro incierto, en constante cambio.
La exposición muestra cómo la atomización social, resultante de la variabilidad de respuestas a la incertidumbre que hemos vivido, no elimina la posibilidad de un conjunto o comunidad, ni un posicionamiento forzoso en la individualidad. Para ello se representa, en la sala central del pabellón, un volumen formado por cientos de individualidades heterogéneas flotando en el espacio que, independientemente de su distanciamiento físico y conceptual, interactúan y construyen un único cuerpo reconocible. Un conjunto de diferentes arquitecturas que, como la profesión, se va transformando ante las interferencias ocasionadas por su interacción con fuerzas externas inesperadas, pero sin perder en ningún momento su capacidad para definir un camino común.
¿Es la incertidumbre nuestra única certeza?

Itinerario de la Exposición
Experimentar la Incertidumbre comienza con la inmersión en una Nube heterogénea de porfolios, generada a partir de miles de hojas de papel, donde se recogen propuestas y acciones que construyen un repositorio de estrategias para poder vivir juntos, una fuente inagotable de incertidumbres que funciona como base de datos del resto del pabellón.
En el anillo expositivo que rodea el espacio de la Nube, tiene lugar el Sorteo, un proceso que, reflejando la transformación continua de nuestra realidad, convierte cada visita del pabellón en una experiencia única e indeterminada. El visitante se adentrará en el Sorteo a través de cuatro salas laterales que, funcionando como gabinete de curiosidades, permiten divagar en un paisaje no jerarquizado de piezas abstractas y descontextualizadas, representativas de los proyectos seleccionados.

Los proyectos que se encuentran en estas cuatro salas, se basan en teorías, probabilidades o indeterminaciones. Llevan a cabo procesos de reflexión para adaptar la arquitectura a los cambios, forzando su evolución. Cambios hacia lo desconocido, donde el tiempo futuro es una variable realmente incierta.
Entre el gran y valioso listado de proyectos, tenemos algunos como :
- Campanas
- Ver el agua sin los ojos
- Jugar el espacio. Jugar la luz
- Pabellón de briks
- Un pequeño pueblo
- Superbarrio
- Airmesh
- Foll(i)cle

Para los que no puedan viajar a Venecia, existe la posibilidad de visitar el pabellón de forma interactiva. En la página del pabellón, además de toda la información sobre el pabellón y los proyectos expuestos, hay un apartado donde se puede hacer un recorrido virtual. Este recorrido es interactivo y además de ver las salas en 360º, permite ver en detalle cada proyecto expuesto y conocer la información en el momento de la visita. Es una muy buena opción, y de agradecer, en momentos en los que estamos, de acercar la arquitectura a todos sin salir de casa.
Arquitectos en/de Incertidumbre
Las obras de lxs Arqutectxs de Incertidumbre alteran esa concepción, animando a los ciudadanos a ser agentes inciertos, a generar su propio sentido y transformar de forma creativa el espacio que habitan. Reconocen a la sociedad como una red dinámica, peer-to-peer, con miles de conexiones internas que al enlazarse crean acciones colectivas capaces de transformar el conjunto.
Este año, el pabellón de España apunta con optimismo hacia toda una generación de arquitectxs que ya contribuye generosamente en la transformación permanente de nuestros modus vivendi, invitando a la sociedad a habitar juntos la incertidumbre. Aunque siempre cabe recordar, con humildad, las palabras de Mario Benedetti: «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas».
Andrzej Gwizdala

Incertidumbre de la divulgación
Le Corbusier lo sabía. Estaba seguro que debía difundir sus obras para que la mayor cantidad de gente posible las conociera, tenía que usar todos los medios a su alcance para transmitir sus ideas por todo el mundo, porque creía en ellas y pensaba que iban a mejorar la vida de los seres humanos.
Afortunadamente todavía persiste la incertidumbre, que consiste en no tener una noción segura y clara de algo, y esa falta de certeza debe conducir a un escepticismo que, como escribió Diderot, es el primer paso hacia la verdad, la duda se convierte en el principio del conocimiento. Una incertidumbre que existe en Internet, debido a su casi infinita variedad de opciones que caben en el gran divulgador de todo lo existente, incluso de la arquitectura. Esta enorme complejidad tiene la gran ventaja de permitir infiltrarse en los espacios más transitados, logrando mostrar las propuestas arquitectónicas más innovadoras e interesantes.
Hoy como entonces, Le Corbusier hubiera empleado también todos los medios a su alcance, pero debido a su dogmatismo, incompatible con la incertidumbre, es muy posible que sus propuestas no habrían logrado la misma divulgación que entonces.
Jorge Gorostiza

Textos originales del grupo Uncertaintly. Más información en la página original del pabellón español.
Deja un comentario